Infiltracion Carillas Articulares

INFILTRACION CARILLAS ARTICULARES

¿QUÉ SON LAS ARTICULACIONES ZIGO-APOFISARIAS, CARILLAS ARTICULARES O FACETAS?

Carillas articulares o facetas o articulaciones zigo-apofisarias
Son las pequeñas articulaciones que se localizan en la parte posterior de las vértebras y que permiten la flexión, extensión, rotación y lateralización de la columna, pero frenando el desplazamiento anterior de una vértebra sobre la inferior. Estas articulaciones están recubiertas de cartílago, presentan una cápsula articular y albergan líquido sinovial (un líquido lubrificante que reduce la fricción entre las dos superficies del hueso cuando se mueven y que nutre el cartílago).
Carillas articulares o facetas o articulaciones zigo-apofisarias
 

¿PARA QUE SE INFILTRAN LAS FACETAS?

Hay dos razones: con fines diagnósticos (para determinar el origen del dolor) o para tratar el mismo.

Si usted sufre dolor lumbar durante más de seis semanas y los tratamientos conservadores no han sido efectivos, se estudiará la columna vertebral mediante una TAC (Tomografía Axial Computada) o mediante una Resonancia Magnética (RM). Estas pruebas diagnósticas pueden mostrar anomalías en las facetas, las cuales pueden ser la fuente del dolor. Sin embargo, a veces los resultados del estudio son normales, a pesar de lo cual las facetas pueden seguir siendo la causa del dolor lumbar. Para determinar si las facetas son la fuente del dolor lumbar puede practicarse un bloqueo anestésico de las mismas. Si una inyección de una pequeña cantidad de anestésico local y/o medicación anti-inflamatoria reduce o elimina el dolor lumbar, indica que la faceta puede ser la fuente del dolor. Éste es el empleo diagnóstico de la infiltración de las facetas.

Una vez se confirma que las facetas son el origen del dolor lumbar, el tratamiento definitivo se lleva a cabo mediante una denervación facetaria percutánea. Este procedimiento es ambulatorio, se lleva a cabo bajo anestesia local y sedación, y no requiere de heridas (solo de punturas, pues se hace con una aguja).

¿CÓMO SE LLEVAN A CABO LAS INFILTRACIONES?

El área a infiltrar (generalmente la región lumbar, pero también se puede llevar a cabo en la región cervical o dorsal) se pincela con una solución yodada para esterilizarla.

Mediante un aparato de rayos X se verá la anatomía de los huesos de la región lumbar. Una vez identificadas las facetas se inyectará a ese nivel anestesia local y medicación anti-inflamatoria (normalmente cortisona). Este proceso se repite en todas las facetas afectas. Aunque la infiltración de cada faceta sólo dura unos minutos, el procedimiento dura unos 30 minutos.

Tras el procedimiento le recomendamos no tomar medicación anti-inflamatoria durante tres días para poder valorar correctamente el resultado de la infiltración. Compruebe con el médico qué medicaciones puede seguir tomando y cuales no.

Para evitar problemas durante el procedimiento, deberá permanecer en ayunas durante 6 horas antes del mismo. Si es diabético, consulte con su médico. Si necesita tomar alguna medicación dentro de las seis horas de ayunas antes del procedimiento, puede tomarlas con un sorbo de agua.

Para el procedimiento se le rogará que se quite toda la ropa, incluyendo la interior, y se le proporcionará una bata de quirófano para que se vista. Póngase la bata de forma que la parte abierta quede atrás, permitiendo con ello un acceso sin problemas a la columna vertebral.

¿QUÉ SUCEDE TRAS LA INFILTRACIÓN?

Tras el procedimiento lo habitual es notar alivio de dolor, a veces empezando ya a los pocos minutos de la infiltración. Tras el procedimiento puede irse a casa, pero no debe conducir vehículos, pues la medicación anestésica puede hacer que se maree. Es preferible que le acompañe otra persona y que esta sea la que le lleve a casa. Aunque es raro, algunos pacientes pueden experimentar debilidad, entumecimiento u hormigueo en una de las piernas durante unas horas después de la inyección, que desaparece al hacerlo el efecto de la anestesia local.

Una vez en casa, puede aplicarse hielo en la zona de los pinchazos para reducir el dolor. Si le duele mucho póngase en contacto con su médico para ver si puede tomar algún analgésico suave.

El anestésico local que se infiltra dura unas 8 a 12 horas. El efecto del anti-inflamatorio dura entre 1 y 3 semanas. Pasado este tiempo el dolor lumbar puede volver de nuevo.

Tras el primer día, debe volver a sus actividades habituales, para poder valorar el nivel de respuesta a la infiltración. En la mayoría de los casos, es posible volver a trabajar el día siguiente de la infiltración.

¿QUIÉN NO DEBE SOMETERSE A LA INFILTRACIÓN DE LAS FACETAS?

Si usted es propenso a sangrar de forma excesiva o está tomando medicación anticoagulante (como Sintrom, Heparina o incluso Aspirina), hay que retirarla antes del procedimiento para evitar problemas. Usted debe avisar a su médico si usted está tomando alguna de estas medicaciones. Si su lumbalgia se debe a una infección o a un tumor, habrá que aplicar otras modalidades de tratamiento.

¿CUALES SON LOS POSIBLES EFECTOS SECUNDARIOS?

Cualquier procedimiento médico puede acompañarse de efectos secundarios. Los más habituales son dolor, inflamación, infección o hematoma en el punto de la infiltración, así como la reacción alérgica a los anestésicos locales. La medicación anti-inflamatoria no suele causar problemas especiales, excepto una subida de la glucosa en sangre en los diabéticos, que por lo tanto pueden necesitar más medicación antidiabética durante unos días.

¿Cómo solucionar mi caso?