Fractura-aplastamiento vertebral osteoporótica: vertebroplastia, cifoplastia

La columna vertebral está formada por huesos llamados vértebrasque están dispuestos uno encima de otro, y que se encargan de la protección de la médula espinalAl igual que con cualquier hueso, la vértebra tiene una cubierta exterior llamada hueso cortical que es duro y fuerte. El interior de la vértebra es de un tipo suave, se llama hueso esponjoso, y es el más debilitado por la osteoporosis.

También como todos los huesos del cuerpo, las vértebras son susceptibles de sufrir osteoporosisLa osteoporosis es una enfermedad caracterizada por una reducción de la densidad ósea, dejando los huesos frágiles y susceptibles a la fractura tras un traumatismo mínimo, o incluso con acciones comunes de la vida diaria (estornudar, sentarse).

Es una «enfermedad silenciosa», por lo que muchos pacientes no son diagnosticados hasta que sufren una fractura. Estas fracturas son especialmente comunes en las caderas y en las vértebras.

  • La osteoporosis es responsable de más de 1,5 millones de fracturas cada año, 700.000 de las cuales son fracturas vertebrales por compresión.
  • 1 de cada 2 mujeres y 1 de cada 4 hombres mayores de 50 años tendrán una fractura relacionada con osteoporosis a lo largo de su vida.
  • El 80% de los afectados por la osteoporosis son mujeres.

La osteoporosis puede prevenirse llevando un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta rica en calcio, no fumar, limitar el consumo de alcohol y otras drogas, y evitar algunos medicamentos, como los corticoides a largo plazo. También puede tratarse añadiendo medicamentos y/o algunos suplementos dietéticos. Todas estas medidas son importantes para reducir el riesgo de (nuevas) fracturas, pues, una vez se ha producido una fractura, el riesgo de que se presenten nuevas fracturas es mucho más alto.

Las fracturas-aplastamiento vertebrales

Cuando una vértebra colapsa sobre sí misma debido al debilitamiento y adelgazamiento de su hueso, se denomina fractura vertebral por compresión o fractura-aplastamiento vertebral. La parte de delante de la vértebra adquiere forma de cuña conforme se aplasta el hueso de esa zona, el más debilitado. Estas fracturas se presentan con más frecuencia en la columna torácica (la parte media de la columna vertebral), sobre todo en su parte más baja cerca de la columna lumbar, y suelen deberse a la osteoporosis. Otras causas incluyen una caída de altura, o algunos tipos de tumores (sobre todo metástasis).

SÍNTOMAS DE LA FRACTURA-APLASTAMIENTO VERTEBRAL

Estas fracturas suelen producir un dolor constante leve (especialmente al moverse), pérdida de altura y limitación de la movilidad de la columna vertebral. También puede dar lugar a trastornos digestivos, pulmonares y del sueño.

Además, la fractura de varias vértebras puede resultar en una curva en flexión llamada cifosis (joroba) en la columna vertebral. Con cada fractura, el estrés adicional se coloca en las vértebras vecinas, que también se puede fracturar. La presión anormal y la alineación de la columna vertebral puede causar dolor, entumecimiento, hormigueo o debilidad. Puede que sea difícil caminar o realizar actividades diarias normales. En casos extremos, puede llevar a complicaciones del sistema respiratorio al reducir la capacidad pulmonar.

En cualquier caso, se necesitaran algunos estudios radiológicos para confirmar el diagnóstico clínico.

TRATAMIENTO DE LA FRACTURA-APLASTAMIENTO VERTEBRAL

La mayoría de las fracturas son estables y se tratan mediante medidas conservadoras: medicamentos para el dolor (analgésicos), ortesis (faja, corsé), o reposo prolongado en cama. El objetivo aliviar el dolor y/o permitir la curación (si no se produce, puede requerirse tratamiento quirúrgico). La desventaja del tratamiento conservador es que estas medidas no eliminan la causa del dolor, y pueden aparecer  problemas derivados de los medicamentos o la inactividad.

Algunas fracturas son inestables, con presión de la médula espinal o de los nervios espinales. En esos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica:

  • La cirugía abierta es un procedimiento altamente invasivo y difícil en el tratamiento de hueso osteoporótico. Se requiere de una larga estancia hospitalaria y de rehabilitación post-operatoria.
  • Por ello, la opción más habitual es la vertebroplastia, un procedimiento mínimamente invasivo, que usualmente se puede llevar a cabo con anestesia local y sedación (algunos pacientes sí requieren anestesia general). Se introduce una aguja dentro de la vértebra fracturada, guiada por radiografías, a través de la cual se inyecta cemento acrílico. El cemento rellena los espacios vacíos existentes en el hueso dañado, y, a medida que se endurece, estabiliza la fractura. El alivio del dolor suele ser inmediato, y en casi todos se produce en las primeras 24 horas tras el procedimiento. Después de unos pocos días, muchos pacientes son capaces de reducir significativamente su dosis de medicación para el dolor, e incluso pueden llegar a quedar libres de dolor. Además, el 75% de los pacientes recupera la movilidad perdida y se vuelven más activos, lo cual ayuda a combatir la osteoporosis.
  • Cuando no se ha actuado de forma precoz y el aplastamiento es muy pronunciado, puede necesitarse otro procedimiento mínimamente invasivo similar, denominado cifoplastia. La diferencia fundamental es que, previo a la infiltración de cemento, se recupera la altura de la vértebra hinchando un balón en la punta de la aguja. Puede aportar los mismos beneficios que la vertebroplastia.
Punción del soma vertebral para cifoplastia
Hinchado del balón para cifoplastia
Inyección de cemento para cifoplastia
Punción del soma vertebral para cifoplastia
Hinchado del balón para cifoplastia
Inyección de cemento para cifoplastia

 

En general, los métodos mínimamente invasivos mejoran la calidad de vida y reducen el dolor y la deformidad con una escaso tiempo de recuperación (y por tanto una recuperación más rápida de la movilidad), y una baja tasa de complicaciones.