TRATAMIENTO QUIRURGICO DE LA ENFERMEDAD DE PARKINSON
La enfermedad de Parkinson se debe a la muerte de ciertas neuronas en el tronco cerebral. Estas células son responsables de la producción de una sustancia de transferencia (neurotransmisor), llamado dopamina, que juega un papel importante en la regulación de la actividad en las partes profundas del cerebro. Estas partes son los ganglios basales y el tálamo. En los ganglios basales serán procesados por los impulsos del cerebro que son importantes para el control de los movimientos como caminar y otras acciones «automáticas». |
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Anatomía de los núcleos profundos del cerebro relacionados con la enfermedad de Parkinson
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La escasez de dopamina que se produce en la enfermedad de Parkinson determina que la regulación de estos movimientos no se produzca correctamente. El paciente presenta temblores, la falta movimiento o bradicinesia (movimiento arrastrando los pies, la expresión facial ausente, dificultad para dar la vuelta cuando se está andando, los problemas en el desarrollo) y la rigidez. La enfermedad de Parkinson no tiene cura, y los síntomas suele ir agravándose con el paso del tiempo.
Al principio los síntomas responden a la administración de medicamentos tales como la dopamina. Si la reacción a la medicación disminuye o los efectos secundarios provocados por los medicamentos resultan molestos, o si en una etapa temprana se presenta rigidez severa o temblores, existe la posibilidad de recurrir a una intervención quirúrgica sobre el cerebro. Hay varias posibles operaciones, y el tipo de cirugía que se realiza en casa caso depende en gran medida de los síntomas individuales del paciente:
- Intervenciones lesivas. En estas operaciones se lesionan las partes del cerebro que intervienen en los síntomas asociados con la enfermedad de Parkinson. Esto se hace mediante un electrodo delgado a través de un pequeño agujero en el cráneo y calculando cuidadosamente las coordenadas del punto a lesionar (globo pálido o tálamo). Primero con electroestimulación se confirma que la posición del electrodo es la exacta y entonces se coagula mediante radiofrecuencia la zona deseada (si el el globus pallidus hablaremos de una palidotomía y si es el tálamo de una talamotomía). Las indicaciones para este tratamiento son la rigidez y la acinesia en el caso de la palidotomía y el temblor en el caso de la talamotomía.
Talamotomía para el tratamiento del temblor - Estimulación. Se trata de colocar un electrodo en los mismos puntos en los que se puede provocar una lesión. Sin embargo el efecto es reversible y graduable aumentando o disminuyendo la intensidad de la estimulación eléctica. El es tipo de procedimiento preferido en la actualidad por ser revesible y por poder hacerse en ambos lados (lo cual no es el caso en los procedimientos lesivos). El punto de estimulación más habitual y exitoso es el núcleo subtalámico.
Estimulación cerebral profunda en la enfermedad de Parkinson - Trasplante de tejido. En este caso el objetivo es transplantar al cerebro del paciente células productoras de dopamina procedentes de tejidos de cerebro humano obtenido de abortos o de tejido de la cápsula suprarenal (de donante o del propio paciente). Los resultados han sido moderados entre otras cosas por el rechazo y la muerte parcial del tejido transferido, además de los problemas técnicos derivados de la obtención de células productoras de dopamina.
Estas técnicas también puede aplicarse en otras enfermedades que cursan con movimientos anormales, como, por ejemplo, la distonía de torsión.
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Paciente con distonía de torsión
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